Como la mayoría de mis convecinos, soy ripense de segunda generación, uno más de los hijos de esas parejas de "pioneros" que se aventuraron en un mar de yeso y plantas rodantes a mediados de los ochenta huyendo de un Madrid (el pueblo de al lado) en el que ya se iban perfilando los matices de inhumanización que hoy son la realidad. Este pueblo me gusta. Aquí construí mi futuro y senté las bases del resto de mi vida, pero a medida que pasa el tiempo, empiezo a vislumbrar pequeños detalles que indican que aquéllo que hizo a mis padres buscar otra cidad más habitable empieza a contaminar este reducto. El motivo de este blog es , como no podría ser de esta manera, hablar en voz alta y compartir la experiencia con los vecinos, desde el respeto y la concordia.¿Es mucho pedir?
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